14 ago 2012

Minois dryas "Ocelos azules"


Minois dryas
Scopoli, 1763

La gran mariposa Minois dryas, cuyo nombre vernáculo es  "Ocelos azules" en español, "Le grand nègre des bois o la Driade" en francés; Dryad en inglés y Blaukernauge en alemán, es una de las mariposas más raras de Asturias, donde solamente vuela en enclaves muy concretos del oriente de la región. En el resto de la Península Ibérica se extiende entre Cantabria y Navarra, con alguna cita en el norte de Castilla-León. A nivel mundial sus dominios ocupan el cuadrante sur de Francia, norte de Italia, Los Balcanes y sur de Grecia, mientras que es más abundante en Asía central, llegando hasta las islas japonesas.

Ejemplar masculino, fotografiado el 14 de agosto de 2012 
                            


Pertenece a la familia Nymphalidae y al género Minois. Vive en los márgenes y claros de bosques y laderas herbosas, desde el nivel del mar hasta, aproximadamente, los 500 metros de altitud. Los inviernos los pasa en estado de larva, la cual se alimenta de gramíneas y plantas herbáceas. Vuela entre los meses de julio y septiembre en una sola generación.




La silueta de esta mariposa, destaca sobre el verde dominante del paisaje vegetal asturiano, apareciendo como un gran manto de color oscuro, que puede alcanzar los siete centímetros, al que es más fácil ver posado en días nublados. Al acercarnos a ella, observamos su característico color marrón oscuro, más intenso en los machos, sobre el que destacan sus grandes ocelos negros con un punto azulado, acentuado en las hembras, las cuales dibujan un perfil blanco en el extremo de sus alas. Estos grandes ocelos, no se limitan al anverso de las alas anteriores, sino que se imprimen igualmente en su reverso, como si de un cuño se tratara, como podemos comprobar en la siguiente imagen.


Una de las principales características de esta especie, es que las hembras ponen sus huevos en pleno vuelo, dejándolos caer sobre las plantas nutricias de sus larvas.


El hecho de haber podido fotografiar este tesoro de nuestra naturaleza, se lo debo a D. José González Fernández y Carmen Morán, trasgu de los bosques, cuyo secreto queda entre nosotros, con la finalidad de proteger a esta joya de los coleccionistas de cadáveres.

                                                                                   Nos vemos en el bosque






4 comentarios:

  1. Acusicaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, el viernes quedamos pa ir al Duje. No faltes que me enfado... y soy un trasgu con muy mala leche.

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  2. Coleccionistas de cadáveres...muy agudo.
    Saludos.

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  3. Y además al lado de casa (ejem).

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  4. Un abrazo desde Los Picos, para los tres.

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