Ultimas luces del otoño

Hay días en que todo es gris, pesado y triste, como los estratos llorones que últimamente nos acompañan.  Esos estratos casi negros, que golpean nuestro estado de ánimo, se abrieron de repente para dejar paso a todo un regalo de este otoño que está a punto de finalizar.

Una cremallera abrió el cielo y dejó ver la obra de un artista imaginario que, con suma maestría, empezó a pintar colores y formas que nunca más volveremos a ver de igual manera.

El frío que ya arrecia con fuerza en las capas altas de la atmósfera, ayudado por el viento, deformó la estela de un avión que se perdía rumbo al sur.

Los colores y las formas de las nubes cambiaban y cambiaban, enmarcados por el fondo oscuro de las cumbres del antiguo territorio de Vadinia. 

En la cumbre del picu Pierzu ya aparecían las primeras nieves, aún por consolidar.

Poco a poco, los colores fueron desapareciendo para dar paso a las estrellas, el espectáculo no había acabado, se bajaba el telón para continuar con otro acto gratuito y disponible para todos los que acuden al sanatorio de la Naturaleza. Para todos los compañeros de ese "sanatorio", os deseo lo mejor, no solo para 2015, sino para el resto de vuestras vidas.