El edificio conocido como La Equitativa
(1945) es uno de los más emblemáticos del Ensanche de la ciudad de Tetuán y
comparte manzana con el anteriormente descrito de El Fénix. Su torre esquinada
es uno de las referencias del centro de la ciudad, la cual sobresale sobre el armónico conjunto
de los edificios colindantes. La zona del Ensanche más próxima a la actual
Plaza de Hassan II, contiene un gran número de destacados edificios, como el nombrado
Fénix, el Teatro Español o el Instituto Cervantes.
Localización del edificio La Equitativa en el Ensanche Español de Tetuán
Este gran edificio, perteneció a una empresa de seguros de nombre La
Equitativa. En este caso, el arquitecto-urbanista redactor del proyecto fue Casto Fernández Shaw (Madrid
1895-1978), Premio Nacional de Arquitectura 1972, reconocido por la aportación
de modernidad que introdujo en sus proyectos y por la superación de los rígidos
convencionalismos a los que estaba sometida la arquitectura española del
momento. Más que un arquitecto, Casto F. Shaw, se consideraba “un inventor”.
Dedicó toda su vida profesional a investigar la modernidad y fue el creador de
la llamada “arquitectura aerodinámica”, donde primaba la resistencia al aire,
mediante el empleo de formas ondulantes y ligeras.
Realizó un gran número de proyectos que no llegaron a construirse por estar considerados demasiado idealistas para la época. Entre estas obras, no realizadas, destaca el proyecto
del Aeropuerto de Barajas o las “ciudades acorazadas y subterráneas”, de gran
belleza y funcionalidad. Colaboró con el
arquitecto redactor del Plan de Ordenación de Tetuán, Pedro Muguruza. Una de
sus obras más significativas en Marruecos, fue la realizada para la General
Motors en Tánger, mientras que en Madrid sobresale la gasolinera modernista de la calle Alberto Aguilera (1929), cuyo derribo originó una de las más sonadas protestas
ciudadanas, así como el edificio del Coliseum y un sinfín de obras más acordes
con los tiempos de la dictadura que le tocó vivir. Personalmente, su obra
favorita era el Salto del río Jándula en la provincia de Jaén, donde el
lenguaje del ingeniero Carlos Mendoza y del arquitecto, se combinan a la
perfección, habiendo sido merecedora de su inclusión en el DOCOMOMO Ibérico
(Documentación y Conservación de la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento
Moderno).
En el caso del edifico de La Equitativa,
Fernández Shaw, rompe con los gustos formales de la época, pertenecientes al
llamado “estilo franquista”, mezclando estilos europeos y árabes, e
introduciendo la cerámica vidriada, de la cual, la Asociación de Ceramología de Esplugues de
Llobegrat, ha registrado la existencia de doce modelos diferentes en el
Ensanche de Tetuán. (Publicación de la Universidad de Barcelona: “Tradición y
Modernidad: la cerámica en el Modernismo”).
La planta baja del edificio se resuelve con
soportales; dos cuerpos laterales con
cuatro alturas y ático retranqueado con terrazas, se sitúan a ambos lados de la
torre esquinada. Una entrada monumental, de estilo árabe, se localiza en uno de
los extremos de la torre.
La primera planta se realiza a paño, con
ventanas rectangulares organizadas de forma regular. Las tres plantas siguientes, se enmarcan en
un cuerpo volado, con terrazas y extremos con celosías de ventilación con
motivos geométricos, realizadas en el hormigón de la fachada. Las formas
cuadradas y en arco, se alternan en los vanos de ventilación, así como la
utilización del color verde y ocre.
La torre octogonal, se eleva dos pisos más sobre el conjunto del edificio y
remata con cúpula árabe de hormigón, semejando el minarete de las mezquitas. En
el penúltimo piso de la torre, destaca la presencia de una escultura que
representa a la Justicia, la cual porta una balanza, situada en una gran hornacina rematada por
ladrillo, al igual que los vanos que la circundan. Ambas cenefas de cerámica,
resaltan el piso principal de la torre, rematado con bolas de bronce,
material que se utiliza a su vez para las placas sexagonales que se colocan bajo
los ventanales de la torre. Balconcillos volados, con rejería de hierro
fundido, resaltan la segunda planta de la torre esquinada.
En esta última foto, podemos contemplar la torre de La Equitativa, en primer plano, a la derecha la fachada lateral del actual Instituto Cervantes (1915) y frente a ella la Escuela inaugurada en 1920 del arquitecto José Gutiérrez Lescura.
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