La ciudad histórica de Adouz, cuyos orígenes
se remontan al siglo XII, se localiza en el centro norte del Parque Nacional de
Alhucemas, a unos 25 km. al oeste de la capital marroquí del mismo nombre. Sus
coordenadas geográficas son 35º10´25.73´´ N / 4º10´14.56´´W, dista tan solo 2,5
km del mar y se sitúa en una atalaya en torno a los 600 m. de altitud,
bordeada por un relieve caótico y quebrado con predominio de rocas calizas.
Cheikh Adouz, ermitaño que se refugió en
estas tierras en el siglo XII, está considerado como el fundador de la ciudad,
la cual se convirtió en centro de referencia económico y espiritual de los
Bocoyas y otras tribus rifeñas, cuando aún faltaban ocho siglos para que la
capital de la provincia Alhucemas o Al Hoceima apareciera en el mapa.
La antigua capital de la tribu rifeña de los Bocoya,
guerreros e independientes, hoy en día se conserva como un auténtico tesoro escondida tras el caótico relieve del Parque Nacional de Alhucemas. Su acceso arranca del núcleo de población de Rouadi, localizado sobre la misma carretera costera, de la que dista unos 12 km. a través de pistas de tierra las cuales nos llevará media hora recorrer.
A la llegada a las proximidades del núcleo histórico nos sorprenderá, sobremanera si somos asturianos, la existencia de un gran número de "facinas o varas de yerba", las cuales se organizan de forma impecable sobre terrenos comunales. Estos almiares, son imprescindibles para los campesinos rifeños como modo de
conservación del alimento para el ganado. La yerba seca se ciñe a un pie derecho de madera, como si de una escultura se tratara y se protegen de
los vientos con cuerdas que arrancan de la cumbrera, de las que cuelgan grandes
piedras. En ocasiones toda la estructura se cubre con redes cuando los fuertes vientos arrecian. Al igual que está ocurriendo en Asturias, en cuanto lleguen las empacadoras y los plásticos desaparecerán para siempre del paisaje.
A la entrada del núcleo de población, encontraremos un rudimentario cartel que nos avisará de la necesidad de circular con cuidado.
El camino hacia Adouz suele estar transitado por numerosas jóvenes que subidas a sus burros son las encargadas de ir a buscar el agua a las fuentes que brotan en las inmediaciones.
A la entrada del núcleo tradicional, se ubica la mezquita levantada en el siglo XIV por orden del sultán Abou Alhassan Almarini, de la dinastía de los meriníes y de la que existe una réplica exacta en el cercano núcleo de Immestasen.
Una de las peculiaridades de este lugar histórico radica en la concentración de sus edificios, los cuales forman calles adaptadas al terreno y sus casas se disponen pared con pared, al contrario de lo que ocurre con el poblamiento rural rifeño, donde los bellos edificios tradicionales, con hornos de pan y huertas, se ubican dispersos y alejados entre sí.
A su vez, Adouz sirvió de refugio a moriscos
expulsados de Andalucía y a los habitantes de la próxima ciudad de Bades,
destruída por los españoles en 1564. El espíritu independiente y orgulloso de
las tribus rifeñas les costó en numerosos momentos de la historia la represión
y persecución por parte de sultanes y dignatarios, si bien ese admirable
espíritu, libre e indestructible, permanecerá en su genética para siempre.
En la actualidad (octubre de 2014), un gran número de edificios se encuentran deshabitados, si bien se puede apreciar labores de rehabilitación que esperemos pronto tengan como resultado la salvación de este valioso y ancestral patrimonio.
Los materiales empleados son los propios del entorno: piedra caliza, adobe y madera de especies autóctonas. Las plantas de los edificios son rectangulares y la vivienda principal tiene dos alturas con cubierta plana.
En el remate de las cumbreras, destacan unos bellos elementos de madera curvada, a modo de gabitos que sirven de sujección a otras varas transversales que forman un pequeño alero.
En ocasiones los muros perimetrales de las fincas se adaptan a la curvatura del terreno, formando calles.
La vida diaria quedaba oculta a las miradas exteriores, los buenos y grandes edificios de piedra caliza abren en sus gruesos muros pequeños vanos, mientras que la puerta principal de entrada a la vivienda está realizada con sencillos tablones de madera.
Hoy en día, la población de Adouz continúa viviendo del sector primario: pesca, agricultura y ganadería, ayudados por su gran habilidad para trabajar el mimbre y el barro. Los hombres son los encargados de elaborar los famosos sombreros de Adouz, mientras que las mujeres fabrican escobas y dan forma a vasijas y recipientes que luego se cubren con sencillos dibujos.
Las asociaciones juegan un papel importante en el desarrollo de Adouz y del Parque Nacional de Alhucemas; gracias a su actividad muchos jóvenes pueden permanecer en sus lugares de origen, ahora que la emigración pasa por momentos difíciles.
Las asociaciones juegan un papel importante en el desarrollo de Adouz y del Parque Nacional de Alhucemas; gracias a su actividad muchos jóvenes pueden permanecer en sus lugares de origen, ahora que la emigración pasa por momentos difíciles.
En los años 60 y 70 del pasado siglo, gran parte
de la población emigró principalmente a Bélgica, Holanda y España. Gracias al compromiso permanente y
a las aportaciones de estos emigrantes, Adouz se conserva vivo y habitado,
siendo sin duda uno de los principales recursos culturales del aún poco
conocido Parque Nacional de Alhucemas.
En la foto aparen ya nuestros amigos Omar y Fátima, unos de tantos rifeños que hemos conocido y que nos han robado el corazón por su hospitalidad y ganas de compartir horas de conversación. Omar ha sido emigrante en Mallorca y ha conseguido su sueño de poder regresar a su tierra para vivir una vida sencilla, rodeado de su burro, un viejo perro al que cuida con cariño y al lado de su querida Fátima ¡duro camino hacia la felicidad!.
Ha sido poco, muy poco, el tiempo que hemos podido dedicar a Adouz, esperemos volver pronto para seguir profundizando en este extraordinario lugar, tan lejano y tan próximo.
Nota: En Adouz existe una casa tradicional con alojamiento.
Su reserva puede hacerse por Internet http://www.riftourisme.com/
¡Qué lugar tan interesante!
ResponderEliminarSaludos.
Interesantísimo, estamos tan cerca y sin embargo lo desconocemos todo de nuestros vecinos.
ResponderEliminarCésar, en el PN de Alhucemas tienes unos 25 endemismos botánicos propios del parque ¡te encantaría!.
ResponderEliminarFénix por los tipos de viajes que haces también iba a gustarte muchísimo este rincón del mundo.
Si algún día vais os mandaré más información.
Un saludo para los dos
ResponderEliminarMucho trabajo por hacer... Quien fuera tú.Un abrazo
Gracias por el comentario, Pilar, tal vez algún día pueda enseñarte estos bellísimos lugares. Un abrazo.
ResponderEliminarPalleiros hay por todos lados y añiles marinos tantos
ResponderEliminarque hacen común borrando fronteras sinsentido...
[Y la última foto, marca el inicio o el fin de éstas¿?. Cómo mola :))´ ]
Breludos
Gracias por tu visita, vecino poeta.
ResponderEliminarLa belleza está en todo lo que se mueve por ese parque. Salud.
Hola
ResponderEliminarNo conocia tu blog y me ha encantado. Me gustaria saber donde se puede comprar la guia de Marruecos. !Vaya pinta que tiene!
Por cierto, en mi tierra las facinas, las palleiras son metas, que es como se dice en euskera.
Un saludo
Bienvenida, Amaia, y muchas gracias por tu interés. La guía, por fin, estará disponible en Amazon en enero. Un saludo desde Asturias.
ResponderEliminarMe podria indicar la fuente para calificarla como Capital de los Bocoya.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Muy interesante.
Bienvenido, Francisco. La fuente que consulté para definir a Adouz como capital Bocoya ha sido el libro publicado en 1895 de August Mouliéras "Le Maroc inconnu: étude géographique et sociologique". Interesantísima publicación de finales del XIX que habla de todas las tribus rifeñas, basadas en un trabajo in situ realizado por el autor, el cual era profesor de lengua y literatura en Orán. Está disponible en Internet en francés. Muchas gracias por su visita.
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